lunes, octubre 31, 2005

Old Love: This is my song


Este post tiene un destinatario claro, conocido sólo por dos, lo más probable es que no lo comente porque así es él, un tipo entero, algo neurótico a veces, ama los viajes, la comida en bares entretenidos, la vida cultural de París...y de ahí, nadie lo sacará..., también escribe, lúdicamente, me hace reir a carcajadas aunque relate los peores desastres del planeta; esa fué nuestra historia: dos carcajadas, un murmullo, un silencio, dos silencios, un roce tenue y para que seguir..queda la complicidad, esa que los años no borran, el color de una mirada, un verso de Neruda, un Lapostolle pendiente, un llavero perdido...qué más, ah, me queda el cariño por un recuerdo y por su matizada humanidad, no cualquier recuerdo, un recuerdo breve e intenso como yo: una muchacha salvaje.

sábado, octubre 15, 2005

Declaración




Declaro que

El mundo es una pelota -algo parchada a veces- pero que siempre vale la pena jugar con ella.
Que las personas son animales con sentimientos que reprimen
Que las calles pueden ser: charcos para saltar en ellos y disfrutar como salpica el agua sobre el cuerpo, una fila larga de casas, edificios y negocios donde habitan y se relacionan: perros, gatos, pajaros, ratones de media cola, de cola larga, hombres y mujeres.
Que el cielo azul que todos vemos, no es cielo ni es azul.
Que el pasto verde que nos despierta, también sirve para arrojarse sobre él, sin que nada más importe.
Que los ojos sirven, para redescubrir, también para hurguetear.
Que el cuerpo es vulnerable al tiempo.
Que las promesas siempre se cumplen.
Que las condenas se devuelven.
Que amo lo que tengo y lo que soy.
Qué confío en mí
Aprecio a mi vecino, simplemente porque está en la puerta de al lado
Que respeto al que no sabe que no sabe.
Que mi amistad no será dada a desleales y traidores.
Me declaro dueña, de este y de todos los mundos que habitan en mi, porque a ellos pertenezco...no al papel; a la carne, al respiro que sirve para permanecer y declarar: aquí estoy, aquí mi mano, te la entrego, porque estás al frente, porque lees esto y porque aunque nada tengamos en común, me hace felíz abrir también la boca, o escribir para regalar...

martes, octubre 11, 2005

Serrat y Elena Francis


CARTA PÓSTUMA A ELENA FRANCIS

Querida señora:
Estoy desesperado. Soy un alma en pena desde que habéis clausurado el consultorio.
El corazón os ha fallado sencillamente habéis decidido que ya es hora de hacer callar la radio y que nos espabilemos sin instructora.
Querida señora Francis:
¿Cómo sabremos si aquel muchacho trae buenas intenciones?¿Quién nos hará compañía a los corazones solitarios?
Con el tiempo y una caña, seguro que nos rehacemos y nos lo llegamos a creer, pero hoy,
¿quién nos aclara cuáles son nuestros derechos y nuestros deberes? Irán sobrecargados de trabajo los médicos y los curas y vendrán a suplantarte las bolas de cristal, los leedores de manos, los echadores de cartas.
No entiendo cómo sois capaz de hacernos esto. Nuestra relación ha sido toda una vida y no nos podemos despedir así, a la francesa. Tenga la atención de aclarar a esta buena gente cómo se han de vestir para ir a vuestro entierro. (Serrat)