sábado, noviembre 26, 2005

Serás tu?

La palabra cuando no crea mata….., tal vez fue Huidobro o Rilke en “Cartas a un joven poeta”; en tiempos donde las cartas tenían sentido..aún creo en ellas, más cuando descubro que la forma de mover el lápiz y la intensidad al deslizar su tinta sobre un papel, devela estados de ánimo, ansiedades, angustias, deseos insatisfechos, que en un correo electrónico llenan de dudas, aun cuando las dudas tampoco son malas…pensé titular este post: “tontona, confiada, ingenuota o sobreexpuesta?” porque ya me he enamorado dos veces del Che Guevara, una de Charles Chaplin, dos de Hesse (aunque parece que era homo), tres de Nietzsche…cuatro de Allan Poe, todo esto, en pleno siglo XXI y gracias por cierto, a la tecnología que ofrece…lo bueno es, que me desenamoro rápido o al menos me esfuerzo en que así sea…sigo lanzándome al vacío…y si caigo directo a tierra, quedo magullada…. es verdad, pero sobrevivo para tirarme otra vez, a veces también caigo sobre un pasto al amanecer o sobre la arena húmeda de alguna playa desconocida…eso lo prefiero, aunque esté cierta que el pasto se seca al caer el sol y la humedad de la arena que sostenía mis pasiones se renueva con el viaje de las olas.
Parece que no soy la única….la voz de Charly García retumba en los parlantes del Liguria de Tayer Ojeda “quería tu alma y tenía tus penas, y en este torbellino donde nada importa me sentí aliado y te perdí”. H se me acerca, sé que me quiere, me busca porque le atrae mi cuento, mi yo entero; y me confiesa sus “infidelidades” con esos afectos, entre códigos, entre tartamudeos y promesas que ninguno de los dos cumplirá me deja ver por su ventana, lo agradezco… pero su olor me satura y sigo pegada en el computador preguntándome mil cosas, me cuenta también aquello, mujeres casadas que lo buscan, que le dicen “kiss me” en el sentido y de la forma más vulgar, que le escriben intensos correos electrónicos y después le cobran alguna respuesta afectuosa, que trascienda el cuadrilátero de una pantalla…”pero no me gustan”…continúa..”ahora no me hablan, eso me duele”…”no quería dar señales erráticas, pero estoy solo, y eso ya tiene una lectura para las mujeres intensas como tu”..y qué tenía que ver yo y mi intensidad en su cuento, a él si que no le he escrito nada, o muy poco… ahí me perdí o se perdió él…no sé, poco importa, lo que importa es que su olor me satura y el otro, tal vez tampoco huela a flores como me gustaría, espero que huela a “Eternitty”…no, que huela a él, simplemente a él, sin disfraces, ni dobles juegos, ni pedidas a medias, ni reclamos sin reclamos, ni labios compartidos o como dice Sabina que no huela a ese “olor a colonia barata del amanecer”…confío... se acuerde de él, no de su ego, de él, tampoco espero que venga corriendo y me tape violentamente la nariz con su olor, tal vez….si es que algo espero, simplemente espero, saturarme en su ternura...

domingo, noviembre 13, 2005

Un viaje


Mis amigos -los pocos que saben de este blog- pensarán que este es un relato sobre mi último recorrido por alguna calle perdida en algún lugar de la orbe, pero no....es un viaje aquí, en esta enorme ciudad que me incomoda a veces, en otras me parece una enorme caja de sorpresas..., este es el relato de una tarde y noche en Vitacura al lado de la costanera y un día en Buzeta, una población de Cerrillos, en Alameda con Las Rejas a la izquierda, dos semáforos a la derecha, calle Lo Errazùriz, camino a Melipilla a la izquiera y en calle Departamental una línea recta con pasajes diminutos de casas antiguas llamados Avenidas, con numero por supuesto..., ahí voy...
Es un camino largo, que traspasa cualquier imaginaro, es un viaje donde confluye la brisa fresca y verde del orígen, con el aire espeso y café por el polvo del destino.
La indiferencia y agresividad del orígen, se contrasta con la preocupación y solidaridad del otro.
Una plaza llena de niños jugando, se enfrenta a otra sembrada de hombres y mujeres ebrios tendidos sobre el pasto, cuando el calor apremia, duermen como esperando que un nuevo día los sorprenda en una cama más plácida tal vez, con un poco de privacidad.
Enormes edifcios, ascensores automáticos, sensores de movimiento y respiración están en mi mente, también aquellas casas de un piso, con baños en el patio, perros, pollos y muchos niños y ancianos jugando brisca en la vereda.
La verdad es que estoy profundamente conmovida, ni siquiera sé, como plasmar esta conmoción en palabras, no se trata de no haber conocido Chile y sus contrastes, se trata de sentir ofendida mi humanidad, mi proyecto, mi idea de país, en este caso diría que sí "la desigualdad me mata, incluso las palabras"...
Para terminar, la imagen de un anciana sin nombre, con el rostro destrozado y en la corona de la cabeza un costrón amarillo enorme, las manos hinchadas a punto de reventar, ebria tendida en el pasto, le regalé un sandwich envuelto en una servilleta blanca, no supe qué hacer, tampoco me salieron las palabras, que mierda le podía decir, me acerqué con las manos temblando, no por temor a ella, sí por el desgarro que me causa, el abandono, el dolor, la pobreza económica, las heridas humanas que incluso cuando se ven, pasan desapercibidas para la mayoría...no pude devolverme a mi casa sin intentar hacer algo más, me salieron las palabras entonces, se la llevaron a un hospital, sólo espero que por último, a esta hora, alguien cuide sus heridas, las físicas al menos...
Mi interior alborotado....me voy al rincón, a echarme como un perro herido....aunque siempre persiste una esperanza en el corazón, me gustó eso, de la esperanza en el corazón la copié de alguna parte...suena natural, común, pero quién pensará si tiene una esperanza en el corazón....quién cultiva los jardínes de sus esperanzas...en una de esas, de tanto cultivar esperanzas, cosechamos una alegre y enorme fruta que alcance para todos. Será mucho?

lunes, noviembre 07, 2005

A pesar del instrumento no desarrollo el sentido


Uno de mis defectos físicos que más me averguenza son mis enormes orejas, similares a dos parábolicas, en el colegio el Vidal me pegaba chirlitos en ellas cuando me hacía moño y quedaba bailando y en evidencia mi mayor verguenza, el problema era, que me encantaban los moños, sentir la cara libre, despejada, es una sensación que aún me encanta..he superado lo de mis orejas, ya son parte de mí, las he acogido como parte importante de lo que soy: una orejona, el problema es que de tanto ocultarlas olvidé el sentido de su presencia en mi cuerpo: escuchar. Me acuerdo de mi viejo que durante mucho tiempo se hacía el sordo, una vez lo encaré y le dije pero viejo pa que te hacís el sordo, a lo que respondió: "cuando tenga50 años mijita, me entenderá, comprenderá mi cansancio de escuchar tonteras"..el tema es que aún no tengo 50 y siento que he vivido sorda por mucho tiempo, siendo capaz pero incompetente, es decir, me cuesta focalizarme porque prefiero estar sin estar (a veces...) poner atención, escuchar y responder desde lo escuchado, pensando en el emisor, siempre pienso en mí, en mi objetivo, un egoísmo que me averguenza...veremos que se hace para la reivindicación de la orejona, tal vez era un presagio, un sino, desde mi nacimiento, tener enormes instrumentos, pero no saber como usarlos, o peor que eso, verme seducida por la flojera, optar por lo fácil, respuesta rápidas..si, si...no, no...pero y de fondo...respuestas de fondo no emito, porque no escucho!!!...a cambio de eso, observo, hablo rapidito para aburrir menos, aunque cuando escribo, se nota más que hablo demasiado, porque escribo laaaargo y aburriiiido a veces...y no consigo mi objetivo, no tengo respuestas, porque esta bien que las personas una o dos veces te regalen gratis un momento de escucha, pero la tercera, obliga recíprocidad...disculpas a todos quienes se han acercado contándome algo preciado y no he sabido valorarlo, -confío en su generosa comprensión- por ignorancia, por flojera, porque soy un tiro al aire....porque me gusta ser así, pero también me gustaría esforzarme más, explotarme, sacar luz desde donde solo hay oscuridad, tapar entonces los hoyos negros de sordera voluntaria, con un mudismo...castigada al rincón con orejas de burro y mirando hacia un muro, aunque esto de mirar el muro nunca fue castigo, al contrario, porque me inventaba una historia apasionante sobre la diminuta grieta que se asomaba en el muro amarillo de la sala...una vez, incluso salí volando por una ventana....con mis orejas de parábolica por supuesto, creo que fue el comienzo, para descubrir que no solo eran un defecto físico, sino también una oportunidad y un desafío, para escuchar mucho más de lo que aquellos con orejas normales alcanzaban a oir, oir, escuchar, callar, preguntar menos, estudiar más, focalizarme, focalizarme y persistir...

jueves, noviembre 03, 2005

Fe, Duda y Determinación




Algo latero el título, pero es mi cuento, en esa estoy, entre la fe y la determinación de hacer y lograr simplemente lo que yo quiero para mí, y la duda relativa a si lograré hacerlo....tengo un triángulo dibujado en mi pecho, en el vértice superior está la duda, me molesta, me perturba, la mataría de una vez..pero sin ella, tampoco existirían la fe ni la determinación, a la que yo llamo voluntad, esa palabra, me gusta más...me parece poco habitable un mundo sin dudas, donde reinaran las certezas, no habría asombro, ni búsquedas, ni esfuerzos. Sólo sería un cuerpo que camina, duerme, come...qué estoy diciendo, tal vez ni eso...solo un cuerpo, con ojos sin mirada, con pies sin articulación ni movimiento, un alma seca y una mente inherte....Decía entonces que tengo fe, me sobra voluntad y ¿la decisión?, también la tengo, pero me asusta, un susto delicioso que me hace evocar mi infancia, cuando mis papás no estaban, cuando debía salir a la calle, con toda mi timidez guardada en el bolsillo izquierdo de mi falda pantalón y ponerme un escudo de rudeza sobre mi sweater rojo punto araña..¿porque? por que los otros niños gritaban y no sabía porque, de niña prefería las palabras suaves, los tonos sutiles, sin embargo, también aprendí a gritar ¿para qué? para sobrevivir, para compartir mis tardes con otros niños, para parecerme a ellos...ahora no quiero parecerme a nadie, ya no me asustan los gritos, sólo quiero ser, que nadie me pregunte ni me diga: "qué loca amaneciste hoy"...eso no lo manejo, pero si la decisión de enclaustrarme por un rato, de mirar el techo, de saturarme de ocio, de pensar, conversar conmigo y disfrutar de esa compañía, que es la única que estará incondicional y permanentemente conmigo: la mía.