sábado, octubre 15, 2005

Declaración




Declaro que

El mundo es una pelota -algo parchada a veces- pero que siempre vale la pena jugar con ella.
Que las personas son animales con sentimientos que reprimen
Que las calles pueden ser: charcos para saltar en ellos y disfrutar como salpica el agua sobre el cuerpo, una fila larga de casas, edificios y negocios donde habitan y se relacionan: perros, gatos, pajaros, ratones de media cola, de cola larga, hombres y mujeres.
Que el cielo azul que todos vemos, no es cielo ni es azul.
Que el pasto verde que nos despierta, también sirve para arrojarse sobre él, sin que nada más importe.
Que los ojos sirven, para redescubrir, también para hurguetear.
Que el cuerpo es vulnerable al tiempo.
Que las promesas siempre se cumplen.
Que las condenas se devuelven.
Que amo lo que tengo y lo que soy.
Qué confío en mí
Aprecio a mi vecino, simplemente porque está en la puerta de al lado
Que respeto al que no sabe que no sabe.
Que mi amistad no será dada a desleales y traidores.
Me declaro dueña, de este y de todos los mundos que habitan en mi, porque a ellos pertenezco...no al papel; a la carne, al respiro que sirve para permanecer y declarar: aquí estoy, aquí mi mano, te la entrego, porque estás al frente, porque lees esto y porque aunque nada tengamos en común, me hace felíz abrir también la boca, o escribir para regalar...

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