lunes, enero 05, 2009

Crepúsculo


..de la película me refiero. Liviana, dulce, divertida, tierna, bonita....eso...una crítica ácida diría..."too much for love"...o demasiado para ser real, ciertamente que sus efectos especiales, no eran de lo mejor, nunca ví las inflexiones en los ojos, o constaté en la pantalla y su sonido, la emoción que provocaba ese cambio...A todas luces recomendable, familiones enteros, estaban hoy en el cine; obviamente la butaca escogida procuró distancia suficiente de niños pequeños que impidieran verla con sus lloriqueos (aplicable también al cine de los días....en el film cotidiano he íntimo...qué butaca escoge para verla?).

Lo bueno, la "lovestory" por cierto....Edward Cowen un vámpiro (no entendí bien si era judío y su apellido era en realidad Cohen)con trescientos años viviendo con apariencia de diecisiete; y Bella, una joven de la misma edad que viaja desde Arizona hasta un pueblo de tres mil habitantes cercano a Washington...humana o no vampira...

Edward un "vampiro bueno", algo así como un loco lindo, un depredador de otros animales no de humanos que le concedían un espacio en su tiempo y sus rutinas...en agradecimiento a ello es posible, él ni su familia se alimentaban de sangre humana, convivían con la tentación y no se rendían a ella...juegos de seducción de otra época...no por eso se les resta belleza, al contrario, viajes a la cima de una montaña o a la punta de un cerro para mostrar la verdadera piel...mensaje s como "a todos adivino, a todos puedo leer, menos a tí"...conexiones sensoriales con su querida Bella; quién por cierto tenía su cuento...no bailaba, intentaba tocar el piano, tenía problemas de coordinación padeciendo de modo recurrente torpezas que superaban los resulados propios de su condición de adolescente.

Un enfrentamiento final, sin mediar en escena la muestra de una familia completa defendiendo a su nuevo integrante....vampiros buenos unidos contra vampiros malos; para defender a la nueva...no vampira, pero si miembro de la familia....por un instante se sublimaron los celos, cualquier milenaria diferencia; develelándose aquello que perdura....más allá de cualquier inmortalidad...o humana fragilidad.

Recomendable para terminar un domingo, o para prepararse para enfrentar un nuevo lunes, en otro año..a juicio de nuestro calendario gregoriano; donde Enero (en latín "Ianuarius") procede de Jano, dios romano de las puertas y los comienzos. El primer día de enero, los romanos ofrecían sacrificios a Jano para que diera un buen comienzo al nuevo año. Su símbolo era una cabeza con dos caras, una que miraba al Este y otra que miraba al Oeste...ahí está pues!! los "chupa sangres" y los "humanos"...para empezar el año entonces..qué mejor...que prepararse para el reconocimiento de ambas especies....antes que llegue el crepúsculo, saber reaccionar a sus comportamientos, sin transar con la luz propia....con aquella que supera e ilumnina toda circunstancia, que no conoce la miseria...o aprende a olerla...lo suficiente, para que su olor no contamine ningún sentido....

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