Olvidé que era marzo en sus inicios, que a las 7 de la tarde el calor aún penetra fuerte, cansado, más encima un lunes y yo figuraba hundida en un estacionamiento que yo misma escogí, se acercaba la hora, no aguanté, me bajé del auto y partí a buscar la coca cola de rigor, me subí otra vez, de verdad que el aire apestaba, comenzaba a arrepentirme, pero ya estaba ahí, pesqué un libro que cayó de no sé donde justo en el asiento de atrás, reinicié su repaso, mientras pensaba: ¿Qué hago aquí? ¿Habré superado mis límites de locura?, aún cuando me inquietaba enormemente esta reunión, postergada durante varios meses, la verdad estaba ansiosa de descubrir y reconocer al otro, a quién obviamente para aguantar cuarenta grados de calor en un subterraneo tenía ganas de ver, escuchar y leer...no sé que tanto lo hice, mejor dicho, que tanto me permitió hacerlo, al menos me atreví a inventar un encuentro, por inquietud, por curiosidad, qué se yo, tampoco contaré por que más. En días previos le dije: "está todo listo, ya sé donde iremos", las pinzas, si lo cierto es que pocas veces sé donde voy, en cualquier agenda que salga de mis rutinas..apareció y partimos."Vamos....ya sé, salgamos de aquí", esa era la primera disposición urgente para alterar mi estado de ánimo. Solo una semana antes, esas mismas calles eran una taza de leche, y ahora, las bocinas, el calor, las micros amarillas que aún no desaparecen, automovilistas irritados, peatones indignados y llenos de sudor...todo mal...Partí como digo, sin saber a donde, mucho tampoco me importaba, solo deseaba salir de ahí...no pensé mucho y llegamos a un buen lugar, cómodo y tranquilo, con el temor de ser sorprendidos, no era que pensáramos estábamos haciendo algo indebido, pero a pesar de vociferar progresismo, me moría de colores pensar que algún conocido nos viera, bueno, y al acompañante le ocurría algo parecido.
Fue agradable la velada, aunque dudo se repetirá, eso siempre ocurre, lo agradable se repite poco, por eso...a aprovechar el día, y la noche también, y las madrugadas....y el sol, y la lluvia, y lo triste y lo alegre....cada acontecer tiene su afán y su causalidad....nos tardamos en descubrir "porque" pero el motivo aparece, siempre aparece.. y se muestra enorme frente a nuestros ojos, si no lo vemos, ningún oculista ni bruja ni dios, podra salvarnos de esa ceguera.
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