miércoles, octubre 08, 2008

La soledad de las mujeres de Klimt y mi amigo Pedro


Recuerdo ese viaje a Nueva York, sus museos, su grasa colgando en cada calle, sus luces de neón insatisfechas, las Louis Vuitton falsas en la five avenue, el Central Park, el Soho, la zona cero...el no dormir, una ciudad que nunca se detiene...tanta multitud, tanto brillo, tanta ausencia y soledad al mismo tiempo...de este viaje me traje una copia de "El Beso"...miré esa imagen ya conocida...incluso pensé que mi pelo bajo alguna luna u abrazo podía transformarse mágicamente en colorín, el hombre que la abraza, sí, se parecía a lo que en ese momento llamaba amor...cuyo número telefónico por cierto ya ni recuerdo...

Foco, foco..hablaba de Klimt y la soledad de sus mujeres y de mi amigo Pedro....y de este olvido recurrente, el deseo insatisfecho...Pedro me dijo "debes responder cuatro preguntas, al menos son las que las minas se hacen" -agregó-:

- Diferen C iación evidente y recurrente del "sabor" de sus besos
- Te ves en 10 A ños más con él.
- Ad M iración.
- Tendrí A s un hijo con él


Mi amigo Pedro es profesor de Retórica y Dialéctica, pronto a ser embestido con el grado de Doctor Honoris Causa (doble en la UNAM y UDEC) de desgarros y euforias internacionales, provocadas por aquello llamado "amor"...con su enorme y envidiable oído, además de la paciencia que muestra y que presumo concede el matiz de los días distintos y repetidos...mínimamente repaso sus palabras...concluyo que me cuesta...me cuesta mirarme en diez años más....con un hijo..."pobre critatura" la llamó una amiga en mi ultimo atraso...la admiración...eso sí, es lo primero...mi problema es que en general el admirado, solo se entera de mi admiración por él, despúes de aburrirse de hablarme mientras torpemente yo solo miro mi ombligo...entonces el cuadro de Klimt del que ya les hablé y que hipócritamente hoy cuelga en el muro inmediatamente anterior a la puerta de mi dormitorio...se transforma en la mujer sola y algo amorfa que acompaña este post...por último fuera un problema estético o de condición intelectual, sin duda alguna sería más fácil de abordar...en una de esas, contrato un combo de cirugía mayor que de una vez: me agrande la oreja (pegándolas eso sí un poco a mi cabeza) y me haga desaparecer el ombligo....cuanto pedazo enorme y luminoso (sin neón) de mundo desconocido me pierdo... por no saber mirar un poco más allá o concentrarme única y calmamente en el necesario sentido del silencio...

No hay comentarios.: