jueves, agosto 03, 2006

Bajo el Cielo Nacida Tras la Lluvia


Tal vez porque estoy en Concepción y llueve y la ciudad está oscura y hace frío y me miro y ya no soy la misma que hace seis años emigró de esta ciudad, aunque insista en creer que sí, que soy la misma, que mi trenza aún cuelga en mi espalda, mis costillas pueden verse tras la piel, la expresión de mi rostro no tiene marcas ni mi alma nuevas cicatrices, nuevas herencias, porque insisto en pensar que cada día es posible nacer de nuevo y que va, si a veces amanece y no quiero abrir los ojos porque me duelen, y mi optimismo me empuja, me desafía, se para frente a mi y me increpa, porque aún hay tanto que hacer para cambiar el mundo....a ratos también me canso...¿habré llegado a la vejeztud antes de tiempo? ¿me habré traicionado?.
Por eso y porque en la poesía siempre encuentro el mejor de los refugios, me acordé de Teillier y su lenguajear tan simple y sabio, sus palabras que a borbotenes fuyen en mi, como un río despojado de su cauce natural en la mitad de un huracán, ahí voy, entre giros de trescientos sesenta grados que no sé a donde me llevarán, no suelto mis remos, mi brújula se descontrola un poco, la pongo frente al sol para que no pierda el norte, me esfuerzo, me quedo en un silencioso resistir .... sus palabras se pegan sobre mis heridas, como crema caracol en mis cicatrices:


Bajo el cielo nacido tras la lluvia//escucho un leve deslizarse de remos en el agua//mientras pienso que la felicidad//no es sino// un leve deslizarse de remos en el agua.

O quizás no sea sino la luz de un pequeño barco//esa luz que aparece y desaparece//en el oscuro oleaje de los años//lentos como una cena tras un entierro.

O la luz de una casa hallada tras la colina//cuando ya creíamos// que no quedaba sino andar y andar.

O el espacio del silencio//entre mi voz y la voz de alguien//revelándome el verdadero nombre de las cosas//con sólo nombrarlas: "álamos", "tejados".

La distancia entre el tintineo del cencerro//en el cuello de la oveja al amanecer//y el ruido de una puerta cerrándose tras una fiesta.//El espacio entre el grito del ave herida en el pantano//y las alas plegadas de una mariposa//sobre la cumbre de la loma barrida por el viento.

Eso fue la felicidad:dibujar en la escarcha// figuras sin sentido//sabiendo que no durarían nada//cortar una rama de pino//para escribir un instante nuestro nombre en la tierra húmeda//,atrapar una plumilla de cardo//para detener la huída de toda una estación.

Así era la felicidad:breve como el sueño del aromo derribado//Pero no importa que los días felices sean breves//como el viaje de la estrella desprendida del cielo//,pues siempre podremos reunir sus recuerdos//así como el niño castigado en el patio//encuentra guijarros para formar brillantes ejércitos//Pues siempre podremos estar en un día// que no ayer ni mañana//mirando el cielo nacido tras la lluvia y escuchando a lo lejos//un leve deslizarse de remos en el agua.

9 comentarios:

Juan Pablo Belair dijo...

Hermoso linda Pau. Si la felicidad es eso, si pudiera tener esa básica certeza, caminaría día y noche para encontrar esa casita en la colina o abriría mis ojos cansados para detectar esa luz perdida en un punto inexacto del vasto mar, o movería y agrandaría mis orejas para captar ese leve deslizar de remos. Mientras tanto sigo devolviendo estrellas de mar.

Paulina dijo...

Muchas Gracias Pablo Guerrero por tus posteos, por llamarme linda, como te conté, aquello depende del día...
En estos días leí un libro de Sándor Márai "La Amante de Bolzano" se llama, es un libro espectacular, habla del sentido de lo humano, de la felicidad, del amor, de la plenitud...el final es notable, te deja con el eco de un teclear sol sobre un piano antiguo, un piano de cola eso sí.
Lo único cierto, la única certeza es que a todos nos aguarda la muerte, lo demás, todo, todo lo demás, la felicidad, los remos, encontrar plenitud en un abrazo o en un caminar con uno mismo por calles con adoquines en alguna ciudad perdida tras las montañas, la decisión, la entereza, los cojones para hacerlo y lanzarse a la aventura de vivir los días y las noches despuntando estrellas, como diría Osvaldo Soriano..vencer los miedos al dolor que nos anuncia exprimir cada respiro...ni siquiera depende de cuanto rememos, de cuanto escuchemos, de cuanto veamos o miremos u observemos, de cuanto nos equivoquemos o autoboicotiemos...vencer los miedos a ser feliz...y disfrutar ese breve instante y gritar a todas las mareas: "Oh detente, bello instante"...es eso JP, es el instante, es saber disfrutarlo sin encandilarse ni preguntar "cuanto durará?"..."sobreviviré al dolor que sigue a ese instante?"...no sé, la felicidad...mmm...también hay una canción....lo cierto es que algunos se conforman con un solo instante, habemos otros, eternos insatisfechos que siempre esperamos más...importante es saber no quedarse tieso en esa espera, no paralizarse por el dolor que implica saber decir adiós a los instantes bellos esos que te cuento...por que te prometo que vendrán otros instantes, más bellos por cierto, siempre lo son, a medida que pasa el tiempo, los instantes de plenitud aumentan su luz, su belleza, su forma de incrustarse en algún recodo del ser...los míos, ahí se quedan, a ellos, a su recuerdo recurro, cuando baja la marea y me quedo sin agua para remar o sin orilla para despertar mi cuerpo, mis brazos cansados de remar...a veces... contra todas las mareas posibles de imaginar.

Un beso,
Pau

Paulina dijo...

Bueno, sorry, en el posteo anterior quedaron algunas contradicciones entre lo cierto y lo incierto...las certezas y las incertezas, contradicciones que me anuncian que sigo siendo humana...aquello, tampoco debe ser tan malo no?.

Anónimo dijo...

tranquila, al leerte se atisba que no vas por un camino equivocado... sí por uno algo más largo, no inmediato

habemos otros que al parecer vamos recorriendo lugares similares

tranquila, no te desesperes

Paulina dijo...

Y quién será el(la) "valiente" anónimo (a)? Por favor, si esta casa está tan lejos del mundo..porque no decir su nombre? o por último algún seudónimo...Saludos

P

Anónimo dijo...

jajá!!!!!

lo siento, pero el pudor me abraza y detiene, eso sí, no creo ser quien esperas... llegué por casualidad a tu blog

penquista por adopción, me quedo en esta ciudad... y viajo hasta este blog

Paulina dijo...

Como tanto pudor!!!
Quién será el esperado?. Si el anónimo sabe, espero me cuente sin pudor,

Anónimo dijo...

lo siento, pero no me había detenido a leer a Tellier... y fue impresionante

agradezco tu regalo, tu deseo de compartir esas líneas, que me sacan del camino de siempre y dan respiro a esa monotonía tan gris

el penquista anónimo de siempre.

Paulina dijo...

El anónimo será: el hombrecito del sombrero gris..o el hombre del traje gris?...o nada de eso, porque es multicolor..saludos para el anónimo y de nada pues, mientras se pueda regalar por el mero y delicioso gusto de hacerlo...Gracias por tu regalo anónimo también.

Paulina